La pregunta
se concentra alrededor de lo ocurrido en textos como Ezequiel 14:9; 1 Reyes
22:23 y Josué 2:1-8. Veamos: "Josué hijo de Nun
envió desde Sitim dos espías secretamente, y les dijo: «Id a explorar la tierra
y a Jericó». Ellos fueron, entraron en casa de una ramera que se llamaba
Rahab y se hospedaron allí. Entonces le fue dado este aviso al rey de Jericó:
--Unos hombres de los hijos de Israel han venido aquí esta noche para espiar la
tierra.
El rey de
Jericó mandó a decir a Rahab: --Saca a los hombres que han venido a verte y han
entrado a tu casa, porque han venido para espiar toda la tierra. Pero la mujer
había tomado a los dos hombres y los había escondido. Luego dijo: --Es verdad
que unos hombres vinieron a mi casa, pero no supe de dónde eran. Cuando se iba
a cerrar la puerta, siendo ya oscuro, esos hombres salieron y no sé a dónde han
ido. Seguidlos aprisa y los alcanzaréis. Pero ella los había hecho subir al
terrado, y los había escondido entre los manojos de lino que tenía puestos en
el terrado. Los hombres salieron tras ellos por el camino del Jordán, hasta los
vados, y la puerta fue cerrada después que salieron los perseguidores. (Josué
2:1-8). Antes que ellos se durmieran, ella subió al terrado y les dijo: Josué
2:9-14.
Por supuesto
que no. Dios no puede ser glorificado mediante la mentira. Pero... ¿No nos dice
Santiago que <Rahab> la ramera fue justificada por obras"?
(Sant.2:24-26). En primer lugar la respuesta es sí, pero su
"obra" no fue mentir, sino reconocer al Dios de los Hebreos y actuar
conforme al plan trazado que estos espías se disponían a llevar a cabo según la
voluntad de Dios. De forma tal, que ella pudo reconocer al verdadero Dios a los
cuales los espías servían; y que los dioses que ella y sus conciudadanos
servían no eran más que pedazos inertes de madera, metales y barro.
En segundo
lugar Rahab no le mintió a Dios de los hebreos, sino al rey de Jericó; y su
actitud al hacerlo era una decisión crucial para ella y toda su familia. Aunque
no sabemos en nuestro limitado conocimiento como podría haber alcanzado el fin
de preservar su vida al ser salvada por Dios si en lugar de haber escondidos a
los espías los hubiese denunciado.
Hay ocasiones
en nuestra vida en que debemos de elegir no necesariamente entre el bien y el
mal, sino el menor de dos males. Rahab se encontraba en una difícil posición o
más bien en una encrucijada en la que tenía que decidir entre una cosa y la
otra. Para ella mentir al rey de Jericó era un acto inmoral siendo desleal a su
pueblo, patria y nación al tiempo de ser sentenciada por alta traición en
caso de ser descubierta; por otro lado
el mal podía ser mayor si declaraba que tenía escondidos a los dos
espías; si lo hacía, ella y todas sus familias iban a perecer igualmente bajo
los juicios de Dios por manos del pueblo judío.
Se ha de
notar que la importancia de este relato A diferencia de Numero 13, no se
interesa por la información que pudieron obtener de los espías ni por los
planes para la invasión de Jericó, sino en poner de relieve la fe de Rahab y la
ayuda que prestó a los israelitas. Cf. Heb 11.31; Stg 2.25.
© Por Luis Rodríguez. Débil es la razón sino se llega a
comprender que hay un Dios que la sobrepasa. . Usted puede
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