martes, 25 de septiembre de 2012


 Los juramentos



     

    




                                       

¿Es malo jurar a Dios?
¿Lo condena la biblia?
¿Entonces bajo qué motivos prohibió Jesús los juramentos en el Nuevo Testamento?<<Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera;>>

En Mateo 5:33-37 tenemos una exposición del tercer mandamiento tomando en cuenta que Dios no tendrá por inocente al que quebrantase  este mandamiento tomando el nombre de Dios en vano. (Deut.5:11). Jesús expresa el mandamiento donde no solo se prohíbe jurar en falso sino que además, Cristo manda enfáticamente: «No juréis en ninguna manera» a esto se añade la corroboración de Santiago 5:12, donde el apóstol señala  «vuestro sí sea sí; y vuestro no sea no, para que no caigáis en condenación» sin embargo, el contexto pone más allá  de toda duda que Jesús se refería al perjurio o (juramento en falso) como a si se traduce en las versiones castellanas (Comp. V.33; lev.19:12; Num.30:2; DT.23:21).

Siempre que no se empleara el nombre de Dios en vano estos juramentos se le consideraban particularmente legal. Por ejemplo «a Jehová tu Dios temerás y a él solo servirá y por su nombre jurará» (Comp.Deut.6:13 Gn.21:24; Ap.10:5).  El juramento era tan legal como que Dios mismo llego a jurar (Gn.22:16; Heb.6:13).

Luego entonces ¿Por qué razón prohibió Jesús los juramentos en el nuevo testamento? En los tiempo de Jesús los juramentos eran tan comunes que los Judíos tenían el habito de emplear vanos y frívolos juramentos y en su habla diaria juraban: por el cielo, la tierra, el templo, Jerusalén y hasta por su cabeza; y aun siendo falsos estos juramentos, ellos lo consideraban normal. El uso Irrisorio y el incumplimiento de lo mismo, había generado una decadencia espiritual. Este tipo de práctica es aludida por nuestro señor Jesús y en contra de este tipo de abuso el señor les advirtió a sus discípulos a que su hablar sea: Sí,sí; No,no, en otra palabra no intentéis aumentar vuestra credibilidad con verdadero o profanos juramentos. No quiere decir esto; sin embargo, que todo juramento es malo y más si somos debidamente llamado hacerlo por amor hacia nuestro prójimo o ante la instancia de un tribunal.

Jesús mismo testificó bajo juramento ante el sumo sacerdote (mat.26:63) el mismo pablo hizo  algunos juramentos al tomar a Dios como testigo al decir que era cierto lo que él estaba escribiendo «más yo invoco a Dios por testigo sobre mi alma» (Comp.2Cort.1:23; Gal.1:20; Rom.9:1). Aunque no aparezca aquí implicado el verbo (jurar) no deja de ser juramento, pues según define el diccionario (Caribe), jurar es una forma de maldición en donde la persona que presta juramento involucra a Dios como testigo pidiéndole que le aniquile o castigue sin no dice la verdad. Por qué decir «tan cierto como que Dios vive; Delante de Dios lo digo; Dios sabe que no miento o Dios me es testigo» son modalidades de juramentos que no están necesariamente en desacuerdo con la posición de Cristo.

Lejos de condenar los juramentos promisorios y estatutario Jesús lo admitió y reconoció su validez (v.33; cp.Gn.50:24; Dt.6:13), no obstante, en Mateo 5:33-37.Jesús no solamente reprendió los falsos juramentos sino que además, dio a conocer otras razones en la que se dejaba ver las malas aplicaciones de estos.

No jures por el cielo, pues el trono de Dios, donde él se sienta. No se puede jurar por el cielo sin jurar por Dios mismo.
Ni por la tierra, porque es el estrado de Dios. La tierra es de Jehová así que al jurar por ella se jura por su dueño.

No juréis por Jerusalén, aunque habitada por ello es la ciudad del gran rey. (Sal.48:8)
Ni juréis por tu cabeza, más que tuya es de Dios, él la hizo y la formó, mediante juramentos superfluos no puede cambiar un solo cabello para hacerlo blanco o negro.

El mal  inherente de estos juramentos radicaba básicamente en dos aspectos: a) la falsedad del mismo; y b) los medios inapropiados de involucrar testigos como el cielo y la tierra etc. Y no directamente a Dios. El fin único era librarse deliberadamente de cualquier juicio o castigo que pudiera sobrevenirle a ellos directamente de parte de Dios.

Finalmente el (v.37) nos recomiendan que en toda nuestra conversaciones debemos conformarnos con un simple  (Si, sí; No, no), significa que una solemne afirmación equivale al más sublime de los juramentos. El pasaje nos revela además, que Jesús es el cumplimiento de toda promesa juramentada hecha por parte de Dios a su pueblo (Vease.Gn.50:24; Sal.89:49; 110:1-4; Luc.1:68,73; Hech.2:30; Heb.6:13-18). Jesús es el garante y la respuesta final o el (Amen) (Véase.2Cor.1:19,20; Heb.6:13-18).



© Por Luis Rodríguez. Débil es la razón sino se llega a comprender que hay un Dios que la sobrepasa.  . Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia en virtud de proclamar el Señorío de Cristo nuestro Dios.










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