martes, 25 de septiembre de 2012

JUAN 2:1-11


 «Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea;  y estaba allí la madre de Jesús. Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. Y faltando el vino,  la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo,  mujer?  Aún no ha venido mi hora. Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere. Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua,  conforme al rito de la purificación de los judíos,  en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua.  Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dijo: Sacad ahora,  y llevadlo al maestresala.  Y se lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua hecha vino,  sin saber él de dónde era,  aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua,  llamó al esposo, y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino,  y cuando ya han bebido mucho,  entonces el inferior;  mas tú has reservado el buen vino hasta ahora. Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea,  y manifestó su gloria;  y sus discípulos creyeron en él.»  (Véase. Juan 2:1-11).



0 comentarios:

Publicar un comentario

Introducir su Comentario