Hasta ahora hemos estudiado la historia de la
primera y segunda cabeza de la bestia. Los demás reinos subsiguientes; es decir, las
cuatro cabezas restantes de la bestia están descrita
cronológicamente en el libro de Daniel profeta. Veamos lo que corresponde a
cada uno de estos reinos imperiales según el libro de Daniel evidentemente tan
presente en el curso de la historia.
Recordemos que el profeta Jeremías
predijo que la duración del Exilio en Babilonia sería de 70 años.
« Toda esta tierra será puesta en ruinas y en
espanto; y servirán estas naciones al
rey de Babilonia setenta Años. Y cuando sean cumplidos los setenta años, castigaré al rey de Babilonia y a aquella
nación por su maldad, ha dicho
Jehová, y a la tierra de los
caldeos; y la convertiré en desiertos
para siempre.» (Jer.25:11-12;
29:10; ref. Dn.9:2; Zac.1:12).
(2 Re 21,10-16). Más o menos 150 años después de la
destrucción de Israel, el imperio de Babilonia vence a Asiria poniendo fin a su
existencia. y comienza a ejercer su dominio sobre Judá, Babilonia invade a
Jerusalén, destruye el templo y la ciudad (2Re 25,8-12).
Después de Jeroboam no hubo reyes buenos en el
"Reino del Norte", pues se apartaron hacia el paganismo y la
idolatría. Sólo en el "Reino del Sur" hubo algunos reyes buenos y
fieles a Dios. Este período de la historia se llama el período del
"Pre-exilio". El "Reino de Sur" que tenía como
capital Jerusalén, existió unos 100 años más que el "Reino del
Norte", alrededor de 150 años.
En
el año 606 a.C. Nabucodonosor, rey de Babilonia, atacó a Jerusalén por primera
vez y se llevó prisionero un grupo de judíos. La ida a Babilonia fue en tres
grupos: en el primero se llevaron a Daniel, en el segundo a Ezequiel y en
el tercero al Rey Sedequías. Entre ellos
se encontraba Daniel el profeta y un grupo de jóvenes. En el año 597 a.C.
Nabucodonosor hizo una segunda excursión y se llevó otro grupo de prisioneros
del reino del Sur, el reino de Judá. Dentro de esos prisioneros estaba
Ezequiel, el profeta. Nabucodonosor hizo una tercera invasión, llevándose al
rey Judío Sedequías y matando a sus hijos. También destruyó el templo de
Salomón levándose así todos los utensilios de oro y plata y le prendió fuego a
la ciudad, llevándose a los ciudadanos más prominentes, y dejando sólo a los
más pobres.
En el Capítulo 2
del libro de Daniel en el segundo año de su reinado, Nabucodonosor rey
de babilonia sueña con una gran imagen compuesta de varios metales (oro, plata,
bronce, hierro, etc). Los distintos segmentos de la imagen con forma de hombre
compuesta de cuatro clases de metales
representan según la visión. Cuatro grande potencia imperiales que irían
a parecer en un orden sucesivo en la tierra.
El profeta
Daniel lo interpreta de modo que representa el auge y la caída de los poderes
mundiales. Esta es la primera gran
revelación que encontramos en el libro de Daniel; y que a la vez forma la base
del resto de las demás visiones del libro.
Cuán importante es el hecho de que el sueño se haya
visto una imagen con forma de hombre. El apóstol pablo habla del día del hombre
(1 Cor.4:3). El día del hombre representa el tiempo de los gentiles.
La expresión “tiempo
de los gentiles” es una frase
exclusivamente del nuevo testamento quien utilizara Jesús en su mensaje profético en el evangelio según
Lucas y que relata la caída de Jerusalén y la dispensación del pueblo hebreo a
todas las naciones. (Véase- Luc.21:54). Lo que indica que estamos en el tiempo de los
gentiles, y continuaremos en él hasta que Jesús venga en su venida.
Tengamos presente que el propósito no es
interpretar por completo el capítulo 2 del libro de Daniel. Sino más bien, dar a conocer algunas descripciones que nos
muestren la importancia de esta revelación.
No interesa aquí más bien, el hecho de que
babilonia fue la primera monarquía imperial en la cronología del libro de
Daniel representada por la cabeza de la imagen cuyo valor metálico es el
oro. Y es muy significativo que
babilonia sea la cabeza de la imagen. (Véase. Dan.2:31-38) Porque fue
precisamente babilonia que dio origen a toda la forma de idolatría que se ha
esparcido por el mundo. Fue el mismo
rey de babilonia Nabucodonosor que levanta un enorme ídolo de oro una estatua
para ordenar que todos los pueblos razas, lenguas y naciones la adorasen. (Véase.
Dan. 3:1-7).
No hay duda acerca del gran imperio babilónico. Fue bajo el gobierno del rey Nabucodonosor II (605–562 a. C.) cuando Babilonia llegó a ser una de las ciudades
más espléndidas del mundo antiguo. Nabucodonosor ordenó la completa
reconstrucción de las tierras imperiales, incluyendo la reconstrucción de los Jardines
colgantes de Babilonia (una de
las siete maravillas del mundo), de los cuales se dice haber sido construidas
para su nostálgica esposa Amytis. La existencia de
los jardines es un tema de disputa: a pesar de que las excavaciones del
arqueólogo alemán Robert Koldewey parecen confirmar su existencia.
Caída Del Imperio
Babilónico
Después de pasar varias vicisitudes, la ciudad fue ocupada en el
539 a. C. cuando Belsasar rey
de Babilonia cayó por Ciro el
Grande, rey de Persia quien lideró la combinación de los ejércitos de Media y Persia y Darío
rey de media quien comandaba la tropa tomo posición del reino babilónico.
(Véase. 2 Cro. 36:20; Dan. 1:20-21; 5:31).
*Ciro II el Grande, rey aqueménida
de Persia y fundador del Imperio Persa Aqueménida. Sus conquistas se
extendieron sobre Media, Lidia y Babilonia, desde el Mar Mediterráneo hasta la
cordillera del Hindu Kush,
A la conquista de Ciro rey de Persia
los Juicios fueron restaurados, pues Persia sería el
nuevo poder mundial e Isaías predijo que regresarían a la Tierra bajo el mando
de Ciro, Rey de Persia. (Is. 44:28; 45:1.
Ref. 2 Cro.36:20; Jer.25:12).
El imperio fundado por Ciro mantuvo su existencia
durante más de doscientos años, hasta su conquista final por Alejandro Magno
(332 a. C.).
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