Punto de Vista Cristiano acerca de la Cremación – ¿Es la Muerte un
Acontecimiento Negativo?
La muerte siempre ha sido aceptada como un acontecimiento negativo. Fue
impuesta sobre la especie humana a consecuencia del pecado. Cuando Adán y Eva
desobedecieron a Dios en el antiguo paraíso del Edén, inmediatamente recibieron
la consecuencia suprema: la separación de Dios. Romanos 5:12 dice: "Por
tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la
muerte, así la muerte pasó a todos los hombres. . .”
Esta separación, aunque inicialmente fue espiritual, afectó el cuerpo, el alma,
y el espíritu. Espiritualmente, el hombre perdió el derecho de tener
confraternidad y comunión con Dios; estaba muerto espiritualmente. Pero el
cuerpo también sufrió, en el sentido de que adquirió las propiedades de la
corrupción, comenzó a deteriorarse, y a contar su existencia en tiempo --
culminando en la muerte. Este fue el origen de un asunto que finalmente
evolucionó hasta convertirse en un problema: "¿Qué debe hacerse con un
cadáver?"
A través de los años, muchos factores han afectado la decisión del hombre
acerca de qué hacer con el cuerpo después de la muerte. Estos factores incluyen
la posición económica de la familia, el estatus del individuo, el clima del
país, la salud, las medidas sanitarias, la estética, y las creencias
religiosas. Contenido dentro de esta miríada de variantes se encuentra el
antiguo debate entre entierro y cremación. Los factores mencionados
anteriormente contribuyen a las decisiones que cada individuo y familia tomarán
con respecto a esta pregunta.
La Biblia, sin embargo, no contesta en ninguna parte la pregunta relativa al
método para disponer del cadáver. Preguntas de tipo moral y religioso surgen en
relación al derecho de "destruir" el cadáver mediante la incineración
de los restos. A menudo, inclusive el procedimiento de la autopsia es disputado
sobre bases religiosas, cuando la causa de la muerte requiere de investigación
adicional. Estas preguntas, en última instancia, sólo pueden ser contestadas
por la conciencia del individuo o de la familia. La Biblia permanece en silencio
en cuanto a la técnica correcta.
Punto de Vista Cristiano acerca de la Cremación – ¿Ofrece la Biblia
indicaciones?
La Biblia es clara con respecto a la muerte y la mortalidad del cuerpo. Génesis
3:19 dice: "Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a
la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo
volverás."
Jesús ilustró aún más una perspectiva en cuanto a disponer del cuerpo cuando se
dirigió a alguien que quería seguirlo: Lucas 9:59-60 dice: "Y dijo a otro:
'Sígueme.' El le dijo: 'Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre.'
Jesús le dijo: 'Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y
anuncia el reino de Dios.'" A primera vista, esta parece ser una respuesta
dura e insensible, pero Jesús estaba determinado a que los que le siguieran le
dieran toda su atención; disponer del cuerpo del muerto tenía, obviamente, una
prioridad muy baja. Si la Biblia le asigna una baja prioridad a este asunto,
entonces parecería que el método para disponer del cuerpo puede dejarse al
gusto individual, y quizás a otros dictámenes sociales y ambientales.
La cremación, aunque sigue siendo una práctica polémica, sin embargo, es
extensamente realizada a través del mundo. Para aquellos que están a favor de
la cremación, ofrece los siguientes beneficios:
- Todo el proceso de cremación, ya sea que incluya un servicio religioso o sólo la incineración del cadáver, es mucho más económico que un entierro, aunque se utilice un ataúd o una caja.
- Para aquellos dados a cavilar sobre la apariencia final, el proceso de cremación ofrece un proceso purificador y rápido. Esto ayuda a las personas a desterrar el pensamiento del cuerpo yaciendo por décadas en la tierra, sufriendo un lento proceso de descomposición.
- Las
cenizas, como se le llama a los restos cremados, pueden permanecer en la
casa, en un moderno receptáculo o urna, ofreciéndole así a la familia la
oportunidad de recordar al ser querido diariamente.
Las personas que están a favor de los entierros,
enfatizan:
- La santidad del cuerpo humano, y valoran el hecho de que el entierro deja el cuerpo intacto.
El entierro es menos "final" para sus
partidarios y le proporciona a los deudos la oportunidad de recordar a la
persona en la tumba o en el nicho.
Los funerales proporcionan dignidad a aquellos
que son enterrados, y los que promueven el proceso del entierro afirman que el
cuerpo le pertenece a Dios; que ningún hombre lo destruya.
Puntos de Vista Cristianos acerca de la Cremación – ¿Cómo resucitará el
cuerpo?
La esperanza del creyente, ya sea que sometamos nuestros restos para ser
sepultados o incinerados, es que el cuerpo que es sepultado o incinerado no es
el cuerpo que finalmente morará con el Señor. 1ra de Corintios 15:35, 37, 42-44
dice: "Pero dirá alguno: '¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo
vendrán?'. . . Lo que siembras no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano
desnudo, ya sea de trigo o de otro grano. . . Así también es la resurrección de
los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción. Se siembra
en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en
poder. Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual."
Nadie necesita preocuparse acerca de que el cuerpo será destruido y por esto no
podrá participar de ese "gran arrebatamiento." No. El cuerpo que esté
sepultado se descompondrá lentamente o se quemará rápidamente, pero Dios le
dará a todos Sus hijos un nuevo cuerpo, glorioso, e incorruptible para morar
con Él por siempre. De una vez por todas la negatividad de la muerte y la
separación de Dios será anulada.
"Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte" (1ra de
Corintios 15:26).
© Por Luis
Rodríguez. Débil es la razón sino se llega a
comprender que hay un Dios que la sobrepasa. Usted puede reproducir y
distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su
contenido y reconociendo su autor y procedencia en virtud de proclamar el
Señorío de Cristo nuestro Dios.
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