martes, 10 de julio de 2018

La Verdad sobre la carne inmunda


Animales limpios e inmundos ¿Le importa a Dios qué tipo de animales debemos de comer?



Dios define animales limpios e inmundos

Los principios expuestos en este capítulo fueron establecidos por Dios para que los que le aman, pudieran también obedecer sus leyes.


Levítico 11 dedica 47 versículos para ayudarnos a distinguir “entre los animales que se pueden comer y los animales que no se pueden comer. Para hacer la diferencia, la biblia cataloga a los animales como “limpios” o “inmundos”.) (Levítico 11:47; Deut. 14). Esta diferenciación se conocía desde mucho antes, pues Noé ya sabía cuáles animales eran limpios y cuáles inmundos antes de que ocurriera el diluvio (Génesis 7:2). 


EL LIBRO DE LEVITICO nos instruye sobre las condiciones que determinan si una especie de animal es kósher, o sea apta para el consumo HUMANO. La palabra Kósher, es una palabra hebrea que significa: apto, adecuado que respeta las prescripciones y ordenanza del judaísmo y que, por tanto, puede ser consumida por los creyentes.


Las condiciones son dos: ser rumiante y tener las pezuñas hendidas. Si el animal posee una sola de ellas, no es kósher. Es por eso que el cerdo, por ejemplo, no es kósher; si bien tiene las pezuñas hendidas, no es rumiante y, por lo tanto, estaba prohibido consumirlo.


El siguiente es un resumen de lo que nos enseñan estos dos pasajes:

Esta es una lista amplia de animales considerados impuros. Evidentemente, debía haber algunas dudas sobre estos animales. Solo los animales vegetarianos rumian. Esta disposición dejaba fuera a los animales carnívoros.


En los versos 4-8, (animales terrestres). Los mamíferos limpios tienen pezuña hendida y rumian su comida. Esto significa que animales como los bovinos, las cabras y los venados fueron creados para el consumo humano, pero los que tienen pezuña hendida y no rumia, no comeréis, por ejemplo: el camello, el conejo y la liebre. También el cerdo, así como otros los tendréis por animales inmundos. De tal manera que, de la carne de ellos no comeréis, ni tocaréis su cuerpo muerto; los tendréis por inmundos.


En los versos 9-11, (animales acuáticos): indica que comerán de todos los animales que viven en las aguas: todos los que tienen aletas y escamas en las aguas del mar, y en los ríos, estos comeréis. Y de todos aquellos que no tienen aletas ni escamas en el mar y en los ríos, no comeréis.


Los peces limpios son aquellos con aletas y escamas. Entre estos están el róbalo, el bacalao, el pez mero, el salmón, el pargo, la trucha y el atún. En cambio, el bagre, la langosta, el cangrejo, el camarón y muchos otros animales marinos no cumplen con estos requisitos y, por lo tanto, Dios dice que no debemos comerlos.


En los versos 13-19 (animales aéreos): también en Deuteronomio 14:11-18 leemos que todas las aves limpias son comestibles, pero no debemos comer águilas, buitres, gallinazos, halcones, cuervos, avestruces, lechuzas, gaviotas, gavilanes, ni garzas,


Entre las aves que si se pueden comer están: como la gallina, el pavo, el pato, el ganso, la codorniz y el faisán, pues no están en la lista de aves inmunda y, por lo tanto, se consideran como limpias y podemos comerlas.


En los versos 20-24, (insectos voladores y terrestres): 

No todos los insectos son actos para el consumo humano, pero Dios dice que algunos, como la langosta, el saltamontes y el grillo, sí pueden comerse (Levítico 11:22).


En los versos 29-42, (animales reptiles y rastreros) Y tendréis por inmundos a estos animales que se mueven sobre la tierra: la comadreja, el ratón, la rana, el erizo, el cocodrilo, el lagarto, la lagartija y el camaleón. Y todo reptil que se arrastra sobre la tierra es abominación; no se comerá. Todo lo que anda sobre el pecho, y todo lo que anda sobre cuatro o más patas, de todo animal que se arrastra sobre la tierra, no lo comeréis, porque es abominación.

No pretendemos enumerar todos los animales limpios e inmundos en esta breve explicación.


¿Está bien que un cristiano coma carne de cerdo?

De todos los animales prohibidos por ley, se consideraba al cerdo como el más inmundo (ver Isa. 65: 3, 4; 66: 17). No es ésta la ocasión de discutir con detalles el daño causado por la ingestión de la carne porcina. Para el cristiano basta hacer resaltar la actitud de Dios para con ella. Debe haber algo dañino en el consumo de la carne de cerdo; de otro modo Dios no hubiera hablado como lo hace. El creó el cerdo y sabe lo que es.


Es evidente que Cristo no consideraba de gran valor a los cerdos pues permitió la destrucción de unos dos mil de estos animales (Mat. 8: 31, 32; Mar. 5: 13).


El Doctor Don Colbert (médico) En su libro ¿What Would Jesús Eat?  “Que comería Jesús” explica muchas de las razones por las que en su opinión no deberíamos comer cerdo. “Los cerdos comen grandes cantidades de comida”, escribe, “y esto diluye el ácido clorhídrico de sus estómagos. Como resultado, las toxinas, virus, parásitos y bacterias que consumen se absorben hacia su piel… [Los cerdos] comen basura, heces, e incluso carne en descomposición, y todo lo que ingieren generalmente se convierte en parte de la piel del cerdo mismo. Debido a esto, los cerdos fácilmente crían parásitos como la Trichinella, la solitaria del cerdo, y el Toxoplasma gondii” (2002, p. 49).


Tal vez no entendamos por qué todos los animales catalogados como inmundos en la Biblia son perjudiciales para nosotros, pero Dios sí lo sabe porque Él los creó.

Es importante aclarar que el consumo de carne de cerdo no tiene un fin salvífico desde el punto de vista espiritual. Su prohibición en el antiguo testamento velaba más bien por salubridad y el cuidado de ciertos tipos de carnes perjudiciales para el consumo humano. Un cristiano de hoy puede comer carne de cerdo y no ser condenado por esto.

Es importante entender que, a raíz de la muerte y resurrección de Cristo, la ley de Moisés fue abrogada. Hablando de la ley de Moisés, el libro hebreos 7:18 dice: “Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de debilidad e ineficacia” Este es el motivo para afirmar que los que creemos en Cristo ya no estemos bajo la ley de Moisés y por tanto ya no estamos en obligación de cumplir con aquel reglamento sobre lo que se debe comer y lo que no se debe comer.




Cuando analizamos el pasaje del libro de los hechos, el mismo apóstol Pedro fue expuesto a esta verdad en visión.  Dios le presenta en una visión un lienzo en el cual había de todos los cuadrúpedos terrestres y reptiles y aves del cielo. Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come, donde pedro advierte que no había comido ninguna cosa inmunda jamás, entonces Dios le revela “lo que Dios limpio, lo llame tu común” Hechos 10:9-16.

Aunque la visión tenía como propósito mostrar a Pedro que las bendiciones del evangelio y la salvación del alma también estaba destinada alcanzar a los gentiles. Esta claro por el hecho de que el Apóstol como buen judío, tenía a los gentiles o las demás naciones como impuros.


Ahora bien, ¿está bien para un cristiano comer carne de cerdo?  el apóstol pablo da un paso más a delante con los tipos de carne que debemos comer y nos enseña: "De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia". (1cor 10:25)


Considere también lo que dice Romanos 14:14-15 “Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; más para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es. Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor. No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió.”

Aplicando este principio a nuestro caso relacionado con comer o no, carne de cerdo, Pablo diría: Yo sé, y estoy seguro nada es inmundo en sí mismo” es por ello, que la carne de cerdo puede ser consumida, pero si alguien piensa que la carne de cerdo es inmunda, para esa persona es inmunda. Pero si por causa de comer carne de cerdo, tu hermano se siente ofendido, tu conducta ya no es de amor. Que tu comida no sea causa de que se pierda aquel por quien Cristo murió.


Por razones bien enfundada entendemos por cuestiones de salubridad sigue teniendo importancia en elegir bien nuestros alimentos, que animal debemos de comer y que animales no debemos de consumir, pues animales que comen todos tipos de putrefacción y por tanto no es recomendable su consumo.


Esta es la libertad en Cristo, ejercida dentro del marco del amor. De modo que, si usted no tiene problema en comer carne de cerdo, pero está en presencia de un hermano que piensa que los creyentes no deben comer carne de cerdo, es mejor que ceda su derecho a comer carne de cerdo y evite de esa manera lastimar la conciencia del hermano que piensa que es malo comer carne de cerdo. Esto sin embargo es una recomendación no un dogma, dese la perspectiva del amor cristiano.



© Por Luis Rodriguez. Débil es la razón sino se llega a comprender que hay un Dios que la sobrepasa.  . Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia en virtud de proclamar el Señorío de Cristo nuestro Dios.





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