La Caída de Babilonia la Ciudad Ramera Apocalipsis (17:1-18)

Este capítulo presenta una descripción escalofriante de las actividades de babilonia para el tiempo del fin cuando la idolatría y el paganismo hayan alcanzado su más alto apogeo en revelación abierta contra la autoridad Dios. Este pasaje comienza con el juicio divino de la ciudad de babilonia a la que el texto define como <<la madre de la ramera>> (17:5).

Descripción De Babilonia

Como el texto claramente indica, la ciudad a la que apocalipsis se refiere es babilonia. El fundador de esta ciudad fue Nimrod el nombre de Nimrod se deriva de un verbo que significa (nos revelaremos) sugiere algún tipo de violencia contra Dios. Nimrod era descendiente de Cán uno de los tres hijos de Noé, a través de Cus el libro de génesis 10:8, nos dice «y Cus engendró a Nimrod quien llego a ser el primer poderoso en la tierra» estableciendo el primer reino imperial sobre la tierra llamada (la ciudad de Babel) esta ciudad era conocida por su orgullo y vanidad así como por ser el foco de rebelión contra Dios y el centro de adoración pagana y las falsas deidades. (11:9) La capital de su reino Babel significa (la puerta de Dios) evidentemente Nimrod pretendía establecer un centro de religión apostata y contraria a Dios. La escritura revelan que Nimrod era además un (vigoroso cazador delante de Jehová) es importante señalar que bajo el reinado de Hammurabi la ciudad de Babel paso a ser la capital de babilonia; de la que llego ser a la vez, el centro político y religioso de toda la región oriental.

 La ciudad Babilonia alcanzó el apogeo de su gloria en el siglo VI a. c. bajo el imperio de Nabucodonosor el cual hizo de esa nación la más grande y hermosa capital de su tiempo. El antiguo palacio se levantaba sobre la ribera del rio Éufrates y se extendía a lo largo del rio Tigris, los ríos más importantes de esa zona geográfica. Debe notarse que el imperio babilónico desde su origen estaba sentado sobre muchas aguas (véase- Jer.51:13; ap. 17:15). 

 Desde una perspectiva histórica el libro de Daniel 5:24-28, nos revela que en los días del rey Belsazar fueron días de la blasfemias, de la concupiscencia y de la idolatría, cuando la impiedad alcanzó su más altos apogeo en rebelión abierta contra la autoridad de Dios. La noche cuando los medo-persas capturaron la ciudad, el rey Belsazar hizo traer los vasos de oro que Nabucodonosor sustrajo del templo de Jerusalén y con ello <<bebieron vino>> y alabaron a los dioses de oro, de plata, de bronce, de hierro, de madera y de piedra proclamando así la más alta idolatría del mencionado imperio babilónico; de tal forma que la ira de Dios se enardecía sobre esta ciudad revirtiéndose así en la principal razón porque la que fue destruido este antiguo imperio.
Es evidente que Babilonia ha dado origen a todas forma idolátrica. Tanto babilonia de los tiempos de Nimrod, como la Hammurabi y de Nabucodonosor representan la rebeldía y el desafío del hombre contra la autoridad de Dios.

El pasaje nos presenta que se trata de babilonia junto al (Éufrates) dicha ciudad existirá en los días de la bestia (el anti Cristo) y la conformación de diez reyes, diez naciones, diez potencia mundiales que coexistirán conjuntamente con el anti-Cristo. Es importante señalar que en dos ocasiones anteriores se ha mencionado una anticipación del castigo de Dios sobre la ciudad repudiada (Ap. 14:8; 16:19), los capítulos 17 y 18 son el cumplimiento literal de esta profecía divina contra babilonia (Ref. Is.13-14; jer.50:51). Juan recibe la información y de inmediato un ser celestial le declara el significado de dicha visión. 

(17:1) «Vino entonces uno de los siete ángeles que tenía siete copas, y hablo conmigo diciéndome: ven acá, y te mostrare la sentencia, contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas».

Este versículo nos revela que fue a Juan uno de los siete ángeles que tenía las siete copas. Debe tomarse en cuenta que la copa del ángel refiere a Juicio. Podemos ver que los juicios de apocalipsis están divididos en tres formas representativas que son: los sellos, las trompetas y las copas. El capítulo 8 de apocalipsis nos revela que las sietes copas están contenida en la séptima trompetas y las siete trompetas constituyen la rotura del séptimo sello, de manera que la ira de Dios activados por los sellos, las trompetas y las copas representan los grandes juicios de Dios derramado en el furor de su ira sobre la tierra. Obsérvese que el texto dice que la sentencia es contra (la gran ramera).

(V: 2) «Con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los reyes de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación». 

El vocablo <ponéis> significa fornicación y apunta hacia la prostitución espiritual de babilonia a la que el texto define como «la madre de la ramera» (Ap. 17:5) Juan ha registrado el hecho de que babilonia ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de sus fornicaciones  (14:8 el ángel añade que la ramera a la que se refiere  «es la que está sentada sobre muchas aguas» la figura de sentarse sobre muchas aguas sugiere dominio, control y soberanía. En (Ap.17:15) el ángel declara a Juan «que las aguas que ha visto donde la ramera se sienta» son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas; es decir, la gran ramera posee un vasto control sobre un extenso sector de la humanidad; su poder y su influencia arrastran a una variedad considerable de pueblos, razas y naciones hacia la falsa adoración. La ciudad ramera guía al mundo en busca de la falsa adoración.

(V. 3) «Y me llevo en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombre de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos». Este pasaje nos informa que las grandes revelaciones se nos dan a conocer cuando andamos en el Espíritu. El pasaje hace alusión a la mujer ramera y la bestia escarlata que representa la última monarquía imperial que ha de reinar sobre todas las naciones; y las siete cabezas son siete imperios que han estado gobernando de una forma parcial en la tierra y los diez cuernos son diez naciones que darán su dominio a la bestia.

(17:4-5) «y la mujer estaba vestida de purpura y escarlata, y adornada de oro de piedra preciosa y de perlas;… en su frente un nombre escrito un misterio: babilonia la grande, la madre de la ramera y de la abominaciones de la tierra» <un misterio> este vocablo solo es usado en el nuevo testamento para indicar algo que solo se conoce cuando Dios lo revela. Es un misterio en el sentido de que es un secreto que solo Dios conoce y puede darlo a conocer.(Ap. 1:20; 17; 7). El secreto al parecer se relaciona con el hecho de que babilonia volverá a ocupar un lugar de preeminencia en el escenario de la humanidad.
La mujer es el (misterio o secreto) que representa a <la gran ciudad> descrita como <la madre de la ramera y de la abominaciones de la tierra.>.

La expresión <un nombre escrito un misterio> una inscripción en el lugar más conspicuo de su anatomía física. Este pasaje alude al hecho de que las prostitutas durante el imperio romano llevaban un nombre escrito en una cinta colocada alrededor de su frente. Sin embargo, la referencia simbólica es que la inscripción en su frente se refiere a la identificación de babilonia y lo que ha significado para el mundo.

 Las escrituras presentan a babilonia como la fuente principal de la idolatría mundial; la descripción de babilonia como <la madre de la ramera y de las abominaciones de la tierra> tiene que ver con el hecho de que esta ciudad ha dado origen a todas las formas idolátricas que se ha esparcido por el mundo confundiendo a toda la humanidad. Los cultos a los dioses falsos a Baal, Moloc, Mrduk, y astarat y otros tuvieron su origen en babilonia.

La Interpretación De La Visión 

(17:7) «Y el ángel me dijo: porque te asombra yo te diré el misterio de la mujer y de la bestia que la trae la cual tiene siete cabeza y los diez cuernos».  Es un misterio que nadie conoce y que solo Dios puede darlo a conocer. Nótese que aun cuando Dios quiere dejarlo en evidencia se requiere sabiduría espiritual para descifrar lo que ha sido revelado. Son siente cabezas y diez cuernos al igual que la cuarta bestia de Daniel 7:7 y apocalipsis 12 y 13 cada uno de estos pasajes describen a una bestia que tiene siete cabezas y diez cuernos.

(17:8) «La bestia que ha visto, era y no es; y esta para subir del abismo e ir a perdición...». La explicación del ángel equivale a decir que la bestia ha tenido una existencia cronológica pasada, presente y futura, al tiempo de señalar que surge del abismo, ósea de la misma habitación de Satanás y los demonios.
 <Abismo> esta expresión ha llevado a muchos a cierta confusión. Algunos señalan que la bestia representada aquí no es la misma de apocalipsis 13:1 ya que una sube del abismo y otra del mar; sin embargo, es necesario tener presente que la palabra <Abismo> del (gr. Abyssos) literalmente significa (profundidad grande y peligrosa) <sin fondo>.

Abismo es el lugar escogido soberanamente por Dios para encerrar a Satanás y los demonios (Véase- Lc. 8:31; Ap.20:1) y que en apocalipsis 13:1 y 17:8 ambas expresiones son utilizadas simbólicamente para representar a la humanidad no regenerada, sumergida en la profundidad del pecado donde Satanás ha causado muchos estragos a la sociedad (Is.17:12,13; 57:20).

La expresión «era y no es» del (gr.  €πat€6-s) es un (aoristo), el aoristo o indefinido expresa el tiempo verbal de la conjugación griega, voz activa del pretérito perfecto que indica un pasado indeterminado. Concibe el tiempo indicando una acción puntual sin considerar el tiempo para su realización.

El aoristo o indefinido se encuentra muy presente en algunos de los pasajes más importantes de las escrituras. Ejemplo: Las escrituras nos muestra al Padre Dios expresando un hecho como acabado en un periodo de tiempo que aun no ha terminado. En génesis por ejemplo leemos: «Y en cuanto a Ismael, también te he oído; he aquí que le bendeciré, y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera; doce príncipes engendrará, y haré de él una gran nación.», (Gen.17:20). Dios está hablando aquí en tiempo presente; todo esto habría de realizarse en el futuro; pero aquí es presentado como algo ya concluido. Estaba determinado en el propósito divino y desde un punto de vista; el futuro era visto como algo  ya  acontecido.

El aoristo expresa la forma del pretérito perfecto de tiempo, pasado y presente; pero con idea de futuro. (De ahí el nombre de pretérito indefinido) en tales casos, el acontecimiento futuro se concibe como algo ya consumado, se ha convertido en una conclusión anticipada y un propósito de Dios asegurado.

El aoristo se deja ver claro en este pasaje. Dios le revela a Juan a cerca de la bestia que <era> concibiendo el hecho como algo ya consumado al tiempo de señalar que ya <no es>, siendo Roma una gran potencia imperial en el momento en que Juan recibe la profecía; es decir, aunque estaba establecido como un gran Imperio, Dios declara a Juan que (no es) y aunque muy breve esta expresión, consideremos su importancia profética al hecho de que roma el gran imperio iba a dejar de existir en un tiempo futuro.

Esto es para la mente que tenga sabiduría y va más allá de la razón humana al propósito divino. Al parecer la profecía es el gran misterio por el hecho de ser una revelación exclusivamente de carácter escatológica; es decir, la expresión «era y no es» aún aguardaba un cumplimiento futuro.

Es evidente que en la actualidad Roma <era> pero ya <no es> el gran imperio, sino la principal ciudad de Italia. El texto reitera las diferentes etapas pasada, presente y futura de la bestia, esta coincide con la cuarta bestia de Daniel 7:7 y apocalipsis 13:1-8.

<Era> porque existía en su etapa natural como el imperio romano.
<Y no es> porque dejo de ser un gran imperio cuando Rómulo Augusto el último de los emperadores romano fue asolado por los Barbaros germánicos en el año (476 d.c.)

<Y será> porque surgirá del abismo para convertirse en una gran potencia imperial cuando esta exista en su forma final.-- Nota del traductor-- no necesariamente la Roma literal; sino mas bien, la Roma que en sentido escatológico ha de reinar para el tiempo del fin.

(17:9,10) «y esto es para la mente que tenga sabiduría: las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer y son siete reyes. Cinco de ellos ha caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga es necesario que dure breve tiempo».

Noten que el ángel le informa a Juan de que se requiere de sabiduría para interpretar lo que ha sido revelado; dicha frase anticipa la dificultad y la complejidad de la revelación que sigue. El lector es advertido de que se requiere sabiduría espiritual para entender lo que ha sido revelado.

«Las siete cabezas son sietes montes, sobre los cuales se sienta la mujer, y son siete reyes». Se ha especulado sobremanera a cerca de esta interpretación; la más común de todas es la que entiende que Roma es la ciudad.

Roma ha sido llamada siempre la ciudad de las siete colinas por hecho de estar afincada desde su fundación sobre siete cordilleras de colinas las cuales tenían en latín los siguientes nombres: palatiam, velia, cermalus, appius, cispius, fágutal, y suburra.

Algunos rehúsan aceptar esta versión por el hecho de que hay una diferencia entre montañas y colinas; es decir, el pasaje no habla de colinas sino de montes. Huelga decir que el uso del vocablo «montes» sin embargo, se encuentra registrado en las escrituras con la palabra (Jar) forma abreviada del (Heb. Jarar), generalmente significa surgir hacia arriba. Tanto en el vocabulario profético del antiguo testamento como en apocalipsis, la transcripción griega del verbo (óros) para referirse a <montaña> designa, tanto a montañas como a cordilleras de colinas que se levanta hacia arriba. (fig. montes, colinas, cordillera etc.)  (Véase-Strong 2042 Heb. Jarar y del gr. Óros). No obstante, la postura de que los siete montes se refieran a las siete colinas sobre las cuales esta afincada roma, tampoco es correcta.
La posición que conserva mayor congruencia hermética con el entorno inmediato del pasaje y con el resto de las escrituras es la que entiende que roma representa uno de los sietes montes; y por lo tanto, una de las siete cabezas.

Montes es una elevación en la superficie de la tierra que se levanta hacia arriba y en Apocalipsis 17:9, es una de las imágenes o símbolos comunes usados en las escrituras para representar un reino, dominio real, imperio o autoridad establecida. (Dn. 2:35; 2:44,45).

Los estudiosos de las escrituras deben prestar especial atención al texto y depender de la palabra inspirada del ángel y lo que ha revelado al apóstol Juan. El pasaje nos revela también, que los siete montes sobre los cuales se sienta la mujer, son siete reyes; lo que significa que los siente montes no tiene por finalidad representar a Roma como única nación; sino más bien, en representan a un conjuntos naciones o siete reinos.

El verbo (sentada) (katheiménein) sugiere algún tipo control y comodidad y es muy similar al usado en el versículo (7), donde dice «…y de la bestia que la trae»  el verbo (traer) (bastádsonton) significa (transportar) y sugiere algún tipo de transporte; es decir,  en el caso de  la mujer ella ha sido transportada en los diferentes periodos representados por los siete montes y cada montes es un reino, un dominio real de la bestia y del   poder satánico que ha gobernado de forma imperial sucesivamente en la tierra; representado también, por las siete cabezas que tiene la bestia.

El texto también dice que la mujer está sentada <sobre muchas aguas> (17:3) dicha figura es interpretada en apocalipsis (17:15), «por pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas». Los símbolos usados en apocalipsis para describir a la mujer <<sentada>> ya sea sobre «muchas aguas» sobre una «bestia escarlata» o sobre «siete montes» no tienen finalidad indicar el lugar donde está sentada la mujer; sino más bien, el control que la mujer ejerce y ha ejercido en cada uno de los (montes o reinos) que ha gobernado a la humanidad de forma imperial; de forma tal, que la mujer ha estado cómodamente sentada guiando al mundo hacia la falsa adoración.

(V.10) «y son siete reyes cinco de ellos han caído; uno es y el otro aún no ha venido; y cuando venga es necesario que dure breve tiempo» Algunos expositores señalan que las <siete cabezas o siete montes> son siete reyes y se refiere a siete emperadores romanos.

William Barclay dice: Lo cierto es que el imperio romano comenzó con Augusto; y los cinco primeros emperadores fueron: Augusto Tiberio, Calígula, Claudio, y Nerón; estos son los primeros cinco que han caído… luego Vespasiano, Tito Domiciano, Trajano, Marco Aurelio, Diocleciano, y muchos otros. ¿Qué?

Quienes interpretan que los sietes reyes son emperadores romanos del pasado, pierden de vista el argumento del Apocalipsis y su carácter escatológico. El apocalipsis como se ha reiterado en varias ocasiones tiene que ver con la consumación del plan de Dios para el tiempo del fin. Esencialmente tal consumación tiene que ver con los juicios de Dios y la gran tribulación como la venida en gloria del Mesías y la creación de nuevo cielos y nueva tierra.


La interpretación más sensata con el argumento del apocalipsis y el entorno inmediato del pasaje es, lo que el ángel declara a Juan; es decir, las siete cabezas de la bestia son también siete montes o siete reinos consecutivos; y son: siete reyes. Las designaciones dadas aquí son figuras de dicciones usadas en apocalipsis para designar tanto a siete reinos como a sus correspondientes reyes. Debe tomarse muy en cuenta que la doble identificación de los <montes> como siete reinos y al mismo tiempo como siete reyes no es nada extraño en el ambiente bíblico. En el libro de Daniel en el capítulo 2, los distintos segmentos de la estatua representan tanto a un reino como a un Rey que lo gobierna. Lo mismo ocurre en el capítulo 7 de dicho libro. Vemos que las cuatro bestias del capítulo 7 son cuatro reinos y al mismo tiempo cuatro reyes (véase Dn.7:17,23). Es de interés observar aquí, que estos reinos simbolizados por los sietes montes y siete cabezas deben relacionarse históricamente con la nación de Israel. La sugerencia de seis reinos parece ser la más acertada; estos reinos han sido: Egipto, Asiria, Babilonia, persa  y Grecia. Hasta aquí los cincos reinos que han caído. 

 La expresión verbal <uno es> vos activa del pretérito imperfecto, expresa el tiempo verbal absoluto en que a Juan le fue dada a conocer la profecía. Basta con saber que en el tiempo en que Juan recibe la profecía, el Apóstol se encontraba preso en la isla de patmos tras la fuga a Éfeso bajo el reinado imperial Romano de Domiciano, probablemente el año 95 d.c. «Cinco han caído uno es» porque Roma se encontraba vigente como una gran potencia imperial en el momento en que Juan recibe la profecía.

La expresión <uno es> no deja de sorprender a muchos ya que va en contraste bien marcado con la expresión <y no es> del (v.8), ambas expresiones han dejado perplejo y confundido a muchos. Pero es importante entender lo asombroso de esta revelación y lo que Dios está declarando a Juan a través del ángel. Ambas expresiones sugiere a una misma cabeza y la referida cabeza apunta hacia la número seis de las siete cabezas de la bestia; es decir, el imperio romano. «Uno es» deja colocado perfectamente a Roma en la posición número seis. La expresión «y el otro no ha vendo; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo» hace referencia directamente la cabeza número siete de la bestia; es decir, al séptimo reino que será nuevamente el imperio romano cuando este exista en su forma final o cuando sea reavivado con su correspondiente rey el Anti-Cristo. El tiempo que se le permitirá gobernar de forma imperial, será de tres años y medio; ósea, cuarenta y dos meses 42 ó 1,260 días (véase Dn. 7:25; Ap. 11:2,3, 12:6), el versículo 11 amplía la información.

(17:11) «La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdición.» Esta revelación deja plenamente confirmado que si Roma ocupa la cabeza número seis (6) será también el octavo y saldrá de entre los siete porque volverá a resurgir como un gran potencia imperial antes las demás naciones para luego ir a la perdición. (v. 8).
El octavo rey ha sido directamente identificado como la cabeza del imperio romano reavivado. Este recibirá una herida mortal (13:13) lo que probablemente significa que Satanás el dragón utilizará un seudónimo el anti-Cristo con el fin de simular y plagiar la muerte y resurrección de Cristo, haciéndolo reaparecer como el octavo rey. Referente al versículo 11, la gran mayoría de teólogos se suman a esta firme posición.

(17:12) «y los diez cuernos que ha visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como Reyes juntamente con la bestia». El ángel no da lugar a la duda respecto al simbolismo de los diez cuernos. «Son diez reyes que aún no han recibido reinos». Estos aun no son Reyes; recibirán poder cuando aparezca la bestia. Esto evidentemente vierte el pensamiento de Juan en el futuro. Tampoco debe pensarse que se trata de una cifra simbólica, ya que el texto claramente dice que son «Diez Reyes», en conformidad con Daniel 7:7. La corta duración por una hora simboliza lo perecederos de los poderes que se oponen al Cordero V. 14

Es importante observar que los diez Reyes coexisten con la bestia, significa por lo tanto, que si la bestia es el anti-Cristo de los últimos días; los diez Reyes tienen que ser gobernante contemporáneo con él.  Es una confederación de diez países o diez naciones que tomaran cuerpo para el tiempo del fin. Tal conclusión queda plenamente corroborada por el contenido del versículo siguiente.

(17:13,14) «Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y autoridad a la bestia». Estos diez reinos representados por los diez cuernos reinaran de manera simultánea con la bestia bajo la voluntad soberana de Dios (v.17). El texto también da a entender que el imperio del Anti-Cristo no se constituye por la fuerza, sino por el consentimiento y con el voto de aprobación de los diez Reyes y países.

 La total finalidad y singularidad del propósito de dichos Reyes tienen que ver prioritariamente con su oposición al Mesías. Evidentemente, los diez reyes entienden que para poder oponerse al Mesías necesitan un líder con las capacidades sobre humana que ningún líder en la tierra haya tenido y por eso están dispuestos a someterse a la autoridad del Anti-Cristo.

(V.14) «pelearán contra el Cordero, y el Cordero lo vencerá, porque es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles». Este versículo pone de manifiesto las verdaderas intenciones de los diez reyes, es hacer guerra contra el Mesías, puesto que no quieren que El reine. Este texto es además, el cumplimiento de apocalipsis 16:14. En ambos pasajes los verbos «pelearán» están en tiempo futuro, «harán guerra» (polemēisousin) y «vencerá» (nideísei).

La guerra y la victoria del Mesías se describen en apocalipsis 19:11-21. Particularmente los versículos 19 y 20, donde dice: «y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y sus ejércitos; Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que habían hecho delante de ella las señales con las cuales habían engañado a los que recibieron la marca de la bestia  y habían adorado su imagen». «Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre». El Mesías es el vencedor «porque él es Señor de señores y Rey de reyes». 

La frase es una solemne declaración de la deidad y de la soberanía de Cristo (véase Ap. 19:16) el Cordero vencedor vendrá acompañado de sus santos, quienes comparten su victoria sobre la bestia, el falso profeta y el apoyo de los diez reinos. El texto dice «y los que con él están son llamados y elegidos y fieles».

(17:16) «Y los cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejaran desolada y desnuda; y devoraran sus carnes, y quemaran con fuego». El cuadro de este capítulo presenta a babilonia con un fin escalofriante y desastroso. El texto nos presenta también un referido contraste de la proyección de Babilonia; es decir, la gran ramera.

Noten: que en apocalipsis 17: 3 la mujer cabalga cómodamente sobre la bestia. En contraste con apocalipsis 17:16 la cual se haya desnuda y desolada. En apocalipsis 17:4 la mujer aparece vestida con ropas y joyas lujosas; pero finalmente, en 17:16, es destruida por completo.

 El versículo al parecer no ofrece razón o causa ninguna del odio hacia la ramera; tal vez se debe al hecho de que la influencia de Babilonia constituye una amenaza contra el poderío de la bestia. Es probable que Babilonia se niegue a someterse a la autoridad del Anti-Cristo, cosa que resultaría inconcebible para él cuando ha alcanzado su grado máximo.

 Lo que sí es seguro es que esta confederación de diez reinos estará cumpliendo la voluntad soberana de Dios. Dios usa instrumento inicuo para poner fin a la falsa adoraciones que por tanto tiempo se habían esparcido por el mundo confundiendo a gran parte de la humanidad. Finalmente, probablemente, estos diez reinos juntamente con la bestia se volverán contra la mujer ramera <babilonia> para destruirla hasta dejarla desolada quemándola y
 exterminándola físicamente hasta desaparecerla.

(17:17) «Porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios» La determinante declaración de este pasaje pone de manifiesto el poder y el control soberano que Dios tiene sobre todas la cosas que suceden para bien o para mal. Todo está debajo del estrado de los pies del Señor, decretado en el eterno propósito de Dios.
(17:18) «y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra». La interpretación del ángel dada a Juan es determinante, aun cuando no se da a conocer literalmente el nombre de la mujer. Hay quienes afirman que se trata de la ciudad de Roma. El problema con esta interpretación es que roma no puede identificarse con la bestia y al mismo tiempo con la mujer, se perdería de vista todo el sentido exegético. Si es aceptable afirmar que la mujer usa como centro dicha ciudad (véase). 

El texto claramente enseña que la referencia es a la ciudad de babilonia. Las profecías veterotestamentaria de la destrucción de Babilonia en Isaías 13 y Jeremías 51 no se han cumplido aún; describe lo que sucederá en un futuro.

La interpretación más viable es entender lo que Babilonia es y lo que ha representado para el mundo. La biblia presenta a babilonia como la fuente principal de la idolatría que ha dado origen a toda la forma idolátrica que se ha esparcido por el mundo.

Esta babilonia en lenguaje escatológico representa un sistema religioso de los falsos dioses y los profetas falsos que han originado grandes confusiones donde la idolatría y las falsas adoraciones son el foco de atención. Es una institución que fomenta la falsa adoración probablemente una iglesia llena de corrupción que arrastra a un considerable número de pueblos, lenguas, razas y naciones hacia la falsa adoración.

El hecho de que el sustantivo Babilonia se menciona más de 280 veces en las escrituras; da lugar a pensar en el juicio final que Dios tiene reservado para este sistema idolátrico (Is. 13-14; Jer.50-51). Según apocalipsis 17:16-18 se dice que babilonia en su forma final será derribada por los diez cuernos o diez reinos que estarán gobernando conjuntamente con el anti-Cristo cuando los tiempos de los gentiles estén próximo a su fin.

Los capítulos (17_18) son el cumplimiento literal que confirma esta gran verdad. Apocalipsis nos revela que <<la ramera>> simboliza a Babilonia la gran ciudad que desde su fundación por Nimrod ha desafiado la soberanía de Dios. Las escrituras presentan a babilonia como la fuente principal de la idolatría. Babilonia ha sido el centro más notorio que ha dado origen a todas las formas idolátricas en rebelión abierta contra la autoridad de Dios.

El desenlace dramático y la definitiva destrucción de babilonia queda al descubierto en los capítulos 17 y 18, ambos capítulos ponen de manifiesto el cumplimiento literal de Babilonia. Ambos capítulos tratan de la misma babilonia la cual es designada como la ciudad ramera, la descripción de estos dos capítulos se describe en los mismos términos. Su relación con los reyes de la tierra se describe como inmoral.

Paralelismo
Capítulo 17
Capítulo 18
OBJETO DE LA DESTRUCCIÓN
<<Babilonia…la gran ciudad>>
(17:5, 18)
<<…la gran ciudad de Babilonia>> (18:10
MEDIO DE LA DESTRUCCIÓN
<<la quemará con fuego>> (17:16)
<<…será quemada con fuego>> (18:8)
PROCEDENCIA DE LA DESTRUCCIÓN
<<porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso>> (17:17)
<<porque poderoso es Dios el Seño, que la Juzga>>
LA DESIGNACION
<<Babilonia la grande>> (17:15)
<<la gran Babilonia>> (18:2)
LA DESCRIPCION
<<Y la mujer estaba  vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de Piedras>> (17:4)
<<¡ Ay, ay de gran ciudad, que esta vestida de lino fino, de púrpura  y de escarlata, y estaba adornada de oro, de piedra preciosas y de perlas!>>(18:16)
LAS OBRAS
<<Con la cual han fornicado los Reyes de la tierra>> (17:2)
<<…  y los Reyes de la tierra han fornicado con ella.>> (18:3)
LA DESTRUCCION 
<<… Estos aborrecerán a la ramera … y la quemaran con fuego>> (17:16)
<<… y será quemada con fuego>> (18:8)
EL ORIGEN DE LA DESTRUCCIÓN ES EL MISMO
<<porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso>>  (17:17)
<<… y Dios se ha acordado de sus maldades. Porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga>> (18:8)

© Por Luis Rodríguez. Débil es la razón sino se llega a comprender que hay un Dios que la sobrepasa.  . Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia en virtud de proclamar el Señorío de Cristo nuestro Dios.

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