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lunes, 29 de octubre de 2012

Los Sellos y Los Cuatro Jinetes (6:1-17)


El contenido de este texto es profundamente metafórico. Las escenas descritas aquí ponen de manifiesto la ira de Dios derramada para los tiempos del fin; y que en el curso de la historia la humanidad está ya presente en los juicios de Dios. 



Un examen cuidadoso del contenido de este capítulo indica que se trata evidentemente de la dramática presentación de hechos literales. Es importante tener presente que la intención de esta revelación a través de los cuatro jinetes no tiene por finalidad referirse a individuos particulares; sino más bien, de revelarnos los juicios de Dios y la forma en que se desarrollan para el tiempo del fin. Esto se deja ver fácilmente cuando al cuarto jinete se le llama muerte y muerte no es una persona.

El primero de los tres juicios cronológicos, sellos, trompetas y copas; comienzan con el capítulo 6.  Algunos maestros de la biblia ven suficiente semejanza entre estos acontecimientos como para sugerir que sucedan al mismo tiempo; es decir, el primer sello se abrirá al mismo tiempo que se toca la primera trompeta y al mismo tiempo que se derrama la primera copa. Es cierto que los juicios tienden a intensificarse a medida que avanzan desde el quinto hasta el séptimo sello. El problema con esta idea es que pasa por alto la apertura del séptimo sello; es decir, el séptimo sello da lugar al juicio de las siete trompetas de los Cap. 8 y 9; en tanto, que el sonido de la séptima trompeta inicia los juicios de las copas que comienza a derramarse a partir del Capítulo 16.  Lo que sí es aceptable a firmar que las trompetas activadas por el séptimo sellos; y las copas iniciadas por el toque de la séptima trompeta, representan los grandes juicios de Dios derramado sobre la humanidad en el tiempo de la gran tribulación.

6:1 «vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir con voz de trueno: Ven y mira».

El abrir o desatar los sellos que ocultan el contenido del rollo ocurre en el cielo, pero los acontecimientos que tienen lugar como resultado de abrir el sello suceden en la tierra. La expresión <<uno de los sellos>> significa el primer sellos. El Cordero; es decir, el Cristo glorificado es quien ejecuta el acto de abrir dicho sello, pero la orden de iniciar dicho acontecimiento, la da uno de los cuatro seres vivientes. La figura <<como con voz de trueno>> es un símil que representa un mandato enfático. El verbo <<ven>> (érchou), omitiendo <<y mira>> tanto en los (Vs.1, 3, 5,7) está en presente imperativo, voz activa. Dicha forma verbal expresa un mandato o una convocación. La orden evidentemente no es dada a Jesús, sino a Juan para que observe el primer jinete.

6:2 «Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer »

Es bueno mencionar que la identificación del personaje que cabalga el caballo blanco ha sido tema de amplia discusión. La identificación que más abunda ha sido la que identifica a dicho personaje con Cristo y con la del falso Mesías o el Anticristo.

Algunos identifican a dicho jinete con el Anticristo viendo en él un falso Cristo y refieren el hecho a la primera señal en Mateo 24:5-8, y que Cristo denominó como «principio de dolores». Sin embargo, la identificación del jinete del caballo blanco con el Anticristo adolece de serio defectos hermenéuticos. Es evidente que apocalipsis al único que es revelado montando un caballo blanco es a Jesucristo; además, el color blanco está asociado con el bien y no con el mal; pero lo que absolutamente niega que dicho jinete se identifique con el Anticristo es que le ha sido denegada la victoria final. (Comp. Ap.6:2; 19:19-20).
La gran mayoría de expositores entienden que la posición que está más en armonía con el apocalipsis y con el resto de las escrituras, es el concepto de creer en que dicho personaje del caballo blanco se identifica más con Jesús que con el Anticristo.


1.    Un caballo blanco: Teniendo en cuenta el simbolismo constante del color blanco; es blanco porque de él emana la justicia, la pureza y la santidad divina. Este color está asociado. con lo celestial. Por ejemplo, vestiduras blancas, nube blanca, trono blanco, piedra blanca etc. (véanse Dn. 7:9; Mt.28:3 Ap.3:5; 19:14; 20:11).
2.    También está el hecho que el jinete lleva una corona, lo cual armoniza bien con persona de Jesús donde Cristo lleva una corona de oro (14:14) al tiempo de que es presentado como el hijo del hombre. (Comp. 14:14; Dn. 7:13-14; Mt.24:30; 26:64).
3.    La semejanza con Ap. 19.11, muchos ven en este jinete que abre el primer sello una representación de Cristo, a quien pertenece la victoria final. «Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles». (14:17) La idea de un Cristo conquistador está en más en conformidad con el propósito del libro (Vease-5:5; 11:15; 17:14; 19:19-20).   

          Algunos comentaristas que no ven a Jesús como la persona del caballo blanco tratan de resistir importancia al hecho de que este jinete lleva una corona, mientras que en Ap. 19:11, Jesús lleva sobre su cabeza muchas diademas; y aluden a la expresión «le fue dada». Sin embargo, dicha expresión no debe ser extraña en las escrituras. Podemos ver en el libro de Isaías donde al Señor se le nombra tanto con una corona y al mismo tiempo con diademas.  (Véase. Is.28:5); «le fue dada» Huelga decir que dicha expresión es sin duda una expresión Antropomórfica. Una expresión antropomórfica es aquella que atribuye características humanas a la divinidad de Dios. Dios se revela al hombre en lenguaje humano con el fin de adaptarlo a nuestra capacidad limitada. Se ha de notar históricamente que ningún rey se retribuye corona a sí mismo; sino que a todo rey (se le da, se le coloca) sobre su cabeza una corona y entonces es nombrado rey. (Véase- 2 R. 11.12; 2 Cr.23:11; Ester 2:17).



 En el libro de Hebreo encontramos una expresión similar «Le hiciste un poco menor que los ángeles, le coronaste de gloria y de honra y le pusiste sobre las obras de tus manos» (Heb.  2:7). La razón probable del por qué (le fue dada una corona); es quizás, para mostrar al mundo la presencia de un rey celestial y poner de manifiesto el carácter inmarcesible de la «corona de gloria» y quien la ostenta es el Rey de reyes y Señor de Señores que jamás haya tenido la humanidad.  La expresión verbal «le fue dada» no reviste mayor importancia si se toma en cuenta la presencia un antropomorfismo.

 Debe prestar más nuestra atención y observar la misión que va a desempeñar la figura del caballo blanco, remitiendo al hecho de que «salió venciendo, y para vencer”.De cualquier modo; “Si la postura del jinete que monta el caballo blanco representa a Cristo es correcta; entonces hay muchas similitud y armoniza bien la idea con la de un Cristo vencedor qué trae con ella; la guerra, el hambre, y juicio a todas las naciones para instaurar un nuevo reino en día grande y terrible de Jehová. (Véase-Ap. 6:13-17; 19:15-18; 11:15).

 No podemos ser dogmáticos sin embargo, en afirmar con exactitud la identificación del jinete del caballo blanco con la persona de Cristo, máxime si es el mismo pasaje que no revela con precisión su identidad. Entiendo que la intención de esta revelación no tiene por finalidad referirse a individuos particulares; sino más bien, mostrar los juicios de Dios y la forma en que se van a desarrollar para el tiempo del fin.  Lo más aconsejable es una interpretación en término de probabilidad y con reservas.

6:3 «Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: Ven y mira.» 
 De la misma manera que con la apertura del primer sello, el Cordero es quien realiza la acción de romper o desatar dicho sello y el segundo de los cuatro seres vivientes le muestra a Juan el contenido de esta revelación.
6:4 «Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada».

Referente al contenido expuesto aquí, es importante recordar el discurso de nuestro Señor Jesús en el monte de los Olivos y en contestación a la pregunta de los discípulos: «Dinos, ¿Cuándo serán estas cosas, y que señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?» (Mt.  24:3), a lo Cristo respondió: «y oiréis de guerras y rumores de guerras…Porque se levantaran nación contra nación y reino contra reino…» (Mt.24:6-7). De manera, que es evidente la profecía de Cristo y el contenido de esta visión.

 La acción efectuada del jinete que cabalga el caballo bermejo, tiene como misión «quitar de la tierra la paz» con la finalidad de que los seres humanos «se maten unos a otros».El color «bermejo» (pyrrós) del caballo significa «rojo fuego» símbolo de la guerra y de la sangre que se hace correr; y probablemente destaca el derramamiento de sangre que tendrá lugar cuando la paz sea quitada de la tierra. Obsérvese que el quitar la Paz es un poder que le «es dado» y quien otorga dicha autoridad es el Dios soberano el que está sentado en el trono. Es Dios quien controla los acontecimientos que tienen lugar durante los años de tribulación escatológica.  La expresión «gran espada “le he dada al jinete para que ejerza su autoridad sobre la tierra.

6:5 «Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y mira.  Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano.»
Es importante y no perder de vista que Juan no está relatando el fin de las cosas; sino más bien, las señales que preceden al fin del mundo y se corresponde mejor a lo Cristo llamo <<principio de dolores>>. Profecía que mismo Jesús dio a conocer en (Mt. 24:8).

 El caballo negro es un símbolo claro del hambre. En las escrituras se usa el negro para describir el hambre (Jer.4:28; Lam. 4:8-9). El hambre es también una de las señales profética que conducen a los últimos tiempos (Mt.  24:7). La hambruna que vendrá será el resultado natural de la guerra que sucederán cuando el jinete de Ap. 6:4, quite la paz de la tierra. La balanza que tiene el jinete del caballo negro es para medir el grano, que escasea y sube de precio... (Ez. 4:16). Significa que habrá un estricto control de los alimentos de primera necesidad.

6:6 «Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino.»
«Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario» 

Las cantidades mencionadas aquí solo bastaran para satisfacer la dieta de un esclavo o jornalero, y que en la actualidad seria el sueldo mínimo de un empleado por un día. El «denario» (Rv.) es la referencia bíblica para referirse a la equivalencia del salario de una persona por un día de trabajo, (véase-Mt. 20:2,9).  Dicho sueldo será insuficiente en proveer para el sostenimiento de una familia de tamaño promedio. Una libra de trigo es suficiente para una persona, no así para su familia. Tres kilos de cebada representan una dieta diaria mínima de mantenimiento para una familia; de manera que, se nos indica que una persona tendrá que trabajar todo el día, solo para ganar lo suficiente para vivir. . 

La escasez parece no afectar al vino ni al aceite de oliva. El aceite y el vino eran artículos considerados pertenecientes a la clase pudiente. (Dt 7.13; 11.14; 2 CR. 2:10; 2:15, etc. De manera pues, el texto sugiere que habrá  gran Escases del alimento más necesario tal como es el pan para el hombre. Los jinetes segundo y tercero van juntos en su misión de extender la opresión, la injusticia y la penuria económica a lo largo de los siglos en la existencia de la humanidad.

6:7-8 «Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que decía: Ven y mira. Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra.»

 El caballo amarillo esta lívido semejante a un cadáver; por tanto, representa la muerte. «Y le fue dada potestad» esta frase sugiere que la potestad o autoridad que ejerce este jinete la recibe del mismo Dios. Se nos informa a demás, que tal juicio afecta la cuarta población del mundo, la cual perecerá a mano de los juicios de Dios. La expresión   «y el infierno le seguirá» da lugar a pensar que los muertos producidos a causa de los juicios no son salvos. También descubrimos el poder que se le concede al jinete de ejecutar los juicios divinos mediante cuatro instrumentos.   «Con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra».

Estos sellos de Apocalipsis se puede decir con toda seguridad que son una ampliación de la  visión profética contenida en el libro de Mateo en el discurso profético de nuestro Señor Jesús en el monte de los Olivos. (Véase Mt. 24).

6: 9-11 «Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. … » 

Como resultado del quinto sello que ocurre desde el cielo, se puede ver también los dos testigos que aparecen entre la sexta y la séptima trompeta; donde el altar está ante el trono de Dios en el cielo (8:3). El apóstol Juan «vio las almas de los que habían sido muertos». El altar debe referirse al del incienso o el de ofrenda de paz. Juan ve estos mártires «debajo del altar» tal como la sangre de los sacrificios eran derramada debajo del altar. (Ex. 29:12; Lev. 4:7; 5:9). En el AT la sangre era derramada debajo del altar del holocausto (Lev. 4:7). Esto podría sugerir que su muerte por martirio pudiera ser vista como un sacrificio en el altar del cielo, el cual Dios recibe con beneplácito. (Rom.12:1).

La frase «almas» Juan vio sus almas; de tal manera, que estaban vivos, lo cual demuestra que aunque el hombre puede destruir el cuerpo no puede destruir el alma (Mt. 10:28). La palabra griega usada para «mártir», es (martus), significa "un testigo". Ver también 11:7 en donde los dos testigos han finalizado su testimonio y la bestia del abismo; es decir, el anticristo tiene poder para vencerlo (13:7).

 Hay quienes opinan que los santos mártires mencionados aquí son los cristianos que han sufrido martirios a lo largo de la historia de la iglesia de Cristo, sin tomar en cuenta los mártires de la gran tribulación. También tenemos aquellos que entienden que estos mártires deben referirse únicamente a los cristianos de la gran tribulación que no fueron levantados en el rapto de la iglesia.  Hay un sin número de conjeturas en torno a todos estos. La postura más congruente con libro de Apocalipsis y con el resto de las escrituras; sin embargo, es la que entiende que estos mártires mencionados aquí, son el «conjunto de todos los fieles en el señor, los que han dado su vida por causa de la palabra de Dios». Se refiere a los mártires de todas las generaciones sin importar época, espacio, lugar y tiempo. Noten que la razón por la que «habían sido muertos» guarda el mismo sentido para los martirizados de cualquier época: «por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían». 

El libro de los hechos nos habla de los martirios de los apóstoles como lo fue el apedreamiento de Esteban, la muerte el apóstol Pablo y apóstol Pedro. La historia evidencia como muchos de estos apóstoles fueron muertos y martirizados en tiempos de las grandes persecuciones imperiales.

Deben incluirse en este grupo también, los martirizados de la gran tribulación a mano del último de los emperadores representado por el anticristo. A esto se refiere el pasaje cuando dice: « Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.» (v.9), se refiere aquí otro grupo de mártires; y los mencionados mártires hace referencia directa a los cristianos de la gran tribulación «las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos» (Ap. 20:4). Este es el resto fiel que aún falta para completar el número de consiervos que también han de ser muerto por la misma razón. La expresión «Y se les dieron vestiduras blancas,…» del (V.9) deja demostrado que se refiere al mismo grupo de personas; es decir, el resto fiel que han de pasar por la gran tribulación a mano del anticristo. (Ap. 7:9,13; 20:4).

 Finalmente, los mártires referidos aquí representan indudablemente la iglesia del Señor en sentido general, el conjunto de todos los fieles en Cristo, los que han ofrecidos sus cuerpos en sacrificios vivo y aquellos que también aún faltan por morir, «por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían». Basta recordar las palabras de Jesús en el libro de Juan cuando dijo: «Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es mayor que su señor.  Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán…;» (Jn. 15:20). El testimonio de los mártires por causa de Jesús, obras y muerte; es parte del plan de Dios para los fieles de cualquier época.

6: 12-17 «Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre… »   Los predecible sucesos producido por el sexto sello comienzan a intensificarse a un más a partir de estos versículos.  Los grandes acontecimientos cósmicos aterradores tendrán lugar en la tierra. La tierra será sacudida por un terremoto gigante, el sol convertido en negro, la luna vuelta como sangre, las estrellas cayendo como higos y todos los montes e islas removidas de su lugar, serán acontecimientos catastróficos literales no simbólicos.

 Algunos expositores sostienen que parte de estos acontecimientos sucedieron parcialmente. Uno de la más grande catástrofe en la Historia sucedió al norte de Perú en el año 1970. Un sacudón físico de la tierra por un fuerte terremoto y por erupciones volcánicas llego a cobrar las vidas de sesenta y siete mil personas. Una cosa está claro y es que dicho acontecimientos ponen de manifiesto una vez más, el discurso de Jesús en Mateo 24.  La respuesta de Jesús a la pregunta de sus discípulos: «Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?»  También nos habla de los acontecimientos literales que tendrán lugar en la tierra en los días en que Dios derramará su ira sobre todos los que desobedecieron su mensaje.


 En síntesis la creación natural será fuertemente sacudida por la intervención sobrenatural de su Creador. Tanto el firmamento como la misma tierra serán escenario de acontecimientos conmovedores. Los ricos y los poderosos de este mundo deberán alzar sus ojos a Dios y reconocer la absoluta soberanía de Dios. (Véase- Vs.13-17) «Porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?  »

Resumen y Conclusión
El capítulo 6 nos revela el comienzo de la semana número setenta de Daniel (Dn.9:27). También se correspondecon las profecías de Jesús dada a conocer a sus discípulos en el monte de los Olivos (Mat.24:3-30). 

Las deslumbrantes escenas contenidas en este capítulo describen el día de Jehová en su aspecto escatológico. El día de Jehová escatológico comienza con la gran tribulación iniciada a mano del Anticristo, seguida de los grandes juicios de Dios derramado sobre la humanidad. (Véase- Jer.30:7,8; 31:1; Sof.3:9; 11:16; Mat.24:15). El día del Señor también guarda una relación estrecha con la segunda Venida de Cristo y tiene como fin preparar a  la Iglesia para el día de su llegada. (Véase- 1 Ts.5:2-3; 2 Ts. 2:1-3; Ap. 3:10).


© Por su hermano en Cristo Luis M. Rodríguez. Débil es la razón sino se llega a comprender que hay un Dios que la sobrepasa.  . Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia en virtud de proclamar el Señorío de Cristo nuestro Dios.